En realidad, cultivar verduras es bastante sencillo. El año pasado, mi hermano de 5 años y yo pasamos algún tiempo aprendiendo qué necesitan las plantas para crecer. ¿Nuestra conclusión? Tierra, agua, sol, cuidados y tiempo.
Ya sea que esté pensando en colocar algunos contenedores en su patio, construir una caja de jardín elevada de 4×4 o destrozar la mitad de su jardín, aquí le ofrecemos algunos consejos que le ayudarán a empezar.
1. Prepara tu suelo
Si este es su primer año haciendo jardinería, tiene algunas opciones disponibles. Puede comprar y agregar tierra vegetal, abono, turba y otras enmiendas directamente en sus nuevos contenedores o parterres de jardín. Esta es una solución fácil y le dejará un suelo ligero y trabajable. La principal desventaja de este enfoque es el costo.
La otra opción (más barata) es cavar directamente en el suelo. Así es como he hecho mi propio jardín. Para seguir esta ruta, querrás:
- Labra tu suelo. Ya sea a mano para un jardín más pequeño o alquila una motoazada en tu ferretería local para una ubicación más grande.
- Analiza tu suelo. La mayoría de los centros de jardinería venden kits asequibles para ayudarle a determinar qué nutrientes tiene su suelo en abundancia y cuáles faltan. Esto le ayudará a decidir cómo fertilizar.
- Constrúyelo. Cada año hago 1 o 2 cosas para mejorar mi suelo. Podría ser agregar turba para aligerar el suelo pesado y arcilloso con el que tengo que trabajar. El abono o el estiércol compostado siempre son buenas opciones para aumentar los nutrientes del suelo, así como para crear un suelo más trabajable que retenga bien la humedad. Otra opción es un poco de tierra vegetal orgánica/ecológica de alta calidad.
2. El riego importa
Si hay algo que he aprendido respecto al riego de mi jardín es esto: menos es más .
El riego excesivo produce plantas con sistemas de raíces inmaduras y poco profundas, incapaces de llegar profundamente para encontrar agua por sí mismas. También le generará más trabajo, ya que sus plantas dependerán del riego regular.
Cuando se requiere que las plantas extiendan raíces largas para obtener agua, en lugar de obtenerla de la manera más fácil (también conocida como manguera), serán plantas más fuertes en general y usted tendrá menos trabajo que hacer para satisfacer sus necesidades de H2O.
Entonces, ¿cuándo se debe regar y cuánto?
- Cuando tengas semillas recién plantadas. La germinación requiere una humedad constante, por lo que un riego ligero pero constante es clave durante este tiempo. Mantenga la tierra húmeda, pero no empapada.
- Una o (tal vez) dos veces por semana. Este es mi programa de riego habitual, aunque a veces riego incluso menos. Al regar regularmente, tómate el tiempo para darle a cada planta un trago largo y realmente bueno. Lo ideal es regar el tiempo suficiente para saturar 6 pulgadas de tierra.
- Durante períodos secos y calurosos. Si sus plantas realmente se están marchitando con el calor de un sol de tarde particularmente caluroso, mimelas un poco más de lo habitual. Lo mismo ocurre con los períodos de sequía.
Asegúrese de regar solo por la mañana y por la noche. El riego que se realiza por la tarde se evaporará rápidamente antes de que las plantas tengan la oportunidad de obtener lo que necesitan. Intenta regar antes de las 10 de la mañana y después de las 4 o 5 de la tarde, o incluso más tarde.
3. Deja entrar la luz del sol
La ubicación ideal del jardín ofrecerá a sus plantas entre 6 y 8 horas de luz solar directa. A la hora de seleccionar un lugar para su nuevo jardín, este es uno de los factores más importantes a tener en cuenta. Sin embargo, algunas plantas son más tolerantes a la sombra y otras aman más el sol.
Sol parcial (4-6 horas al día): Lechugas, acelgas, col rizada, espinacas, coles, hortalizas de raíz (zanahorias, rábanos, nabos, remolachas, etc.), guisantes, perejil, coliflor.
Pleno sol (más de 6 horas al día): frijoles, repollo, brócoli, pepinos, calabazas (invierno y verano), maíz, berenjenas, melones (de todo tipo), tomates, pimientos
Considere la luz solar disponible para su jardín al elegir no solo qué cultivos cultivará, sino también cuántos de ellos podrá cultivar y dónde se plantarán. ¡Incluso los jardineros sin un lugar a pleno sol pueden cultivar una cantidad muy respetable y variada de alimentos!
4. Cuida tu jardín
Sí, esta es la parte donde te digo que necesitas desmalezar tu jardín. Sabías que vendría, ¿verdad? Lo bueno es que no tiene por qué ser una tarea agotadora o agotadora.
¿Las claves para mantener el trabajo de deshierbe al mínimo?
- Plantar espesamente. En el caso de cultivos como frijoles, rábanos, guisantes, zanahorias y más, puedes esparcir las semillas en forma muy espesa. Cuando las plantas crezcan, crearán un dosel natural para ayudar a proteger las malas hierbas que se sientan ambiciosas.
- ¡Mantillo! Al agregar una capa de material orgánico como pasto u hojas muertas, heno o incluso periódico y cartón, se reduce la capacidad de las malas hierbas para obtener mucha tracción.
- Deshierbe poco, pero con frecuencia. La clave es mantenerse al día con las malas hierbas cuando son pequeñas y fáciles de arrancar. Sólo unos minutos al día o un bloque de 15 minutos varias veces a la semana ayudarán a mantener a raya a los invasores.
No podemos olvidar la fertilización en una discusión sobre el cuidado de un jardín. Las mejores opciones son el abono casero o el estiércol compostado de una fuente confiable (como un agricultor ecológico local).
Si esas opciones no están disponibles para usted, existen excelentes marcas de fertilizantes orgánicos y ecológicos, completamente libres de químicos desagradables.
¿Cuándo fertilizar? Algunos momentos clave son la preparación de la tierra antes de plantar y durante etapas importantes de desarrollo, como cuando las plantas miden unos cuantos centímetros de altura antes de despegar realmente, o cuando empiezan a producir flores o frutos.
5. Todo lleva tiempo
El momento adecuado marca la diferencia a la hora de plantar tu jardín.
Aprenda cuánto tiempo necesita cada planta para crecer hasta la madurez, en qué época del año se debe plantar (principios de primavera o verano, o incluso otoño) y cuándo comenzar con las plántulas. Conocer estos detalles marca la diferencia entre un jardín exitoso y uno fracasado.
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